martes, 19 de febrero de 2008

Huellas en la arena...


Una noche un hombre tenía un sueño, él soñaba que recorría la playa con el SEÑOR. A través del cielo pasaban las escenas de su vida. Para cada escena, él notó que se marcaban dos pares de huellas en la arena; un par le pertenecían a él, y el otro par pertenecían al SEÑOR.
A medida que las escenas pasadas de su vida desfilaban ante él, volteaba la mirada hacia las huellas en la arena, y notó que muchas veces a lo largo del recorrido por la playa en la arena solo veía un par de huellas, también notó que esto ocurría en los momentos más amargos y tristes de su vida.
Esto realmente lo desconcertó y pregunto al SEÑOR: “SEÑOR, Tú dijiste una vez, cuando decidí seguirte,que recorrerías a mi lado el camino de la vida, pero he notado que durante las épocas más amargas de mi vida, hay solamente un par de huellas.¡¿No entiendo?! …¿Por qué cuando más te necesité,… me dejaste solo?





El SEÑOR contestó…“hijo mío, te amo y nunca te deje soloDurante las épocas de
amargura y sufrimiento que viviste,Cuando ves solamente un par de huellas,…No
caminabas solo,…Era yo que te llevaba en mis brazos.